fuente:La Nueva España (08/08/2008)
El Sistema Nacional de
Salud británico (NHS) causó ayer polémica al anunciar que dejará de
facilitar a los enfermos de cáncer de riñón cuatro fármacos que pueden
prolongar su vida, con el argumento de que resultan demasiado caros.
Grupos de pacientes que sufren la enfermedad afirmaron que la decisión,
que ha tomado el regulador Instituto Nacional de Sanidad y Excelencia
Clínica (NICE) y que se aplicará en Inglaterra y Gales, condenará a
muchos a una «muerte temprana». Las cuatro medicinas son Sutent,
Avastin, Nexavar y Torisel y pueden alargar hasta dos años la vida de
los pacientes de cáncer de riñón, aunque no curan la enfermedad si se
encuentra en un estado avanzado.
El NICE considera que los fármacos suponen un gasto excesivo
para el NHS, cifrado en 24.000 libras (unos 30.200 euros) por paciente
al año, y no ofrecen una buena relación calidad-precio. «Aunque estos
fármacos son clínicamente eficaces, lamentablemente, en términos de
costes no pueden ser asumidos por los recursos del NHS», dijo el
profesor Peter Littlejohns, director del NICE.
Pat Hanlon, de la organización «Kidney Cancer UK», dedicada a
la lucha contra el cáncer de riñón, señaló que la decisión tendrá «un
impacto devastador en los pacientes».
En opinión del profesor John Wagstaff, del Instituto de
Cáncer del Sur de Gales, «esta decisión significa que el Reino Unido
tendrá los peores índices de supervivencia (ante ese tipo de cáncer) en
Europa».
James Whale, un conocido locutor británico de radio al que se
le diagnosticó cáncer de riñón en el año 2000, indicó que fármacos como
Sutent han proporcionado a muchas familias «esperanza para el futuro»,
y urgió al NICE a cambiar de parecer.
La sanidad británica diagnostica cáncer renal a más de 7.000
personas cada año, de las que 1.700 llegan al hospital con el mal en
estado ya avanzado.
No es la primera vez que las autoridades sanitarias británicas
adoptan soluciones polémicas relacionadas con la salud. Hace unos años,
especialistas defendían la posibilidad de negar el tratamiento a los
enfermos de cáncer de pulmón que fumaran. Aquella propuesta generó
tamaña polémica que fue desechada, pero los medios la justificaban
también por el importante gasto sanitario que suponen estos enfermos.